Cuba se ha comprometido a reducir sus emisiones de CO2 y eliminar la alta dependencia de los combustibles fósiles. Actualmente, el 95% de la energía del se produce a partir de fuentes fósiles y más del 50% de los combustibles usados en el país son utilizados para la generación de electricidad. Para el año 2030, el país pretende incrementar la producción de energías de fuentes renovables a un 37%. Cuba ha trabajado en los últimos años en el fortalecimiento de conocimientos en tecnología de sistemas fotovoltaicos, sistemas solares y eficiencia energética. Ahora tienen el desafío de aprovechar las fuentes renovables en el sector industrial, un sector en pleno crecimiento que presenta grandes consumos energéticos. Cuba dispone de centros de investigación y formación, pero es necesario fortalecer los procesos de estandarización y esquemas de certificación de competencias, aprovechando la experiencia local de sus socios mexicanos y alemanes en este proceso.